¿Poder judicial?

 



Estos tiempos que nos está tocando vivir dan para escribir un libro cada día. No colma uno su capacidad de asombro.

La última que ha ocurrido es la intervención del fiscal del estado para atacar al juez Castro que lleva el caso Nóos. Ya ha intervenido antes para defender a la infanta, como si fuera su abogado defensor. No inaudito es que ataque al juez. Los jueces creen intolerable el ataque al juez y el Consejo de Europa alerta de la injerencia política en el órgano de gobierno de los jueces y en la elección de los altos cargos judiciales.

Este asunto no es baladí. Cuando estamos sufriendo recorte de derechos y nos machacan en todos los ámbitos, lo último que nos queda es la justicia. Si ésta deja de ser imparcial y sus altos cargos públicos, como lo es el fiscal, pasan a defender imputados o atacar a los jueces, mal vamos. Esto empezará a desmoronarse cual castillo de naipes.

Por su parte el Consejo General del Poder Judicial calla y otorga. Estómagos agradecidos serán.

Adolf

Podría llamarse así, Adolf. La similitud en el peinado de este tipejo con Adolf Hitler es evidente. Me dan náuseas verlo por todos tipo de tertulias en televisión defendiendo fieramente lo que está haciendo el PP en todos los lares. Lo último ha sido esta mañana en la sexta sobre lo que está pasando en Burgos, con el dogma tan manido de: "si al alcalde le han votado una mayoría absoluta de ciudadanos, está  legitimado para hacer lo que crea conveniente".

NO, señor Marhuenda. El que los ciudadanos le hayan votado de forma mayoritaria a un partido político no le faculta para hacer lo que salga de sus "santos cojones". Ello sería todo para el pueblo pero sin el pueblo. Sería conveniente que usted releyera, si es que lo hizo alguna vez, a Jean-Jaques Rousseau: "se debe legislar bajo la voluntad general". Pero claro, este tipo de gobierno comienza cuando el pueblo ha madurado moral y políticamente para lograr comprender e implementar la voluntad general, y que ésta sea libre de interferencias. Usted, y el partido la que defiende, no desea esta madurez, sólo que cada cuatro años la gente vaya con su papelito y lo metan en la urna. ¡Hala, ya disponen de cuatro años para hacer lo que quieran!.

El alcalde de Burgos no está apoyado por la mayoría de vecinos del barrio afectado. Según encuesta realizadas a los vecinos del susodicho barrio, el 82% está en contra de que se lleven a cabo las obras, pues reducirán de cuatro a dos carriles la circulación , disminuirán considerablemente las plazas de aparcamiento (ya de por sí escasas) y en cambio harán un parking subterráneo a 20.000€ la plaza.

El pueblo, esto es los vecinos, demanda que se impulse el empleo que es el grave problema que padece la población, no que se hagan obras faraónicas para gloria del político de turno. ¿Aquién benefician la obras? ¿no habrá constructor o comisiones de por medio?. Estamos ya muy escamados.