
Dos victorias consecutivas al Barcelona, hacen pupa.
Ante el Barcelona más poderoso que he conocido, el que parecía imbatible, hemos desarrollado dos partidos distintos, ambos con victoria del Madrid.
El partido en el Camp Nou fue soberbio, con un Madrid rápido y letal, con contragolpes para recordar, un Cristiano en su mejor momento y altísima nota de todos los jugadores. Allí jugamos con nuestro mejor once y les hicimos mucho daño, pudieron ser más goles pero la victoria es histórica.
El partido de hoy ha sido muy distinto. Escaso de fútbol, con un once de compromiso y plagado de suplentes, le supo hacer un gol muy tempranero que descolocó al rival. El Barcelona se supo reponer y sacar a la pulga para picar por vez primera. Pero el Madrid no se amilanó y, con cambios oportunos, le hizo el segundo mediante un cabezazo soberbio de Sergio Ramos.
A mi modo de ver las tres derrotas consecutivas del Barcelona suponen un mazazo moral, máxime teniendo en cuenta que remontar al Milán se vislumbra empresa difícil. Deben marcar tres goles sin que el rival haga ninguno, y vendrán a cerrarse: dos lineas muy juntitas, como en Italia.
El gesto de Jordi Alba con el dedo corazón de su mano izquierda, al marcar el gol su equipo, es digno de estudio, pues el pollo dice que es para señalar que Messi es el número uno. Serán costumbres catalanas.... o
¿no?.
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