
No recuerdo exactamente cómo llegué a conocer la existencia de este proyecto. Quizá fue uno de esos días en que navegando por la red, uno va de una artículo a otro y al final encuentra algo que le aturde, conmociona y le lleva a la reflexión. Aunque haciendo memoria debió ser cuando nuestro loable ministro Wert, se propuso cambiar la ley de Educación.
La conclusión a la que uno llega es la siguiente: NO HEMOS SIDO EDUCADOS. La verdadera educación está prohibida. Toma ya, ¿cómo se os queda el cuerpo?.
Resulta que desde finales del siglo XVIII se ideó el actual tipo de educación, que no pretende formar ciudadanos libres, críticos con lo que conocen y viven. No, el objetivo es crear súbditos obedientes.
¿No estáis de acuerdo?, bueno pues cuestionaros qué recordáis de los que habéis estudiado desde que ibais a la escuela, cuánto de ello os ha sido útil en la vida ordinaria y cuántos de vosotros os sentís realizados y contentos con el trabajo que realizáis. Sí, ya sé que algunos diréis que habéis alcanzado una buena posición social y que os pagan bastante bien. ¿Disfrutáis con vuestro trabajo?, ¿cuántos de vosotros os sentís vacíos, que no sois la persona que quisisteis ser?.
¿Porqué el mundo no quiere personas que disfruten sus capacidades?, ¿porqué nos machacan desde muy pequeños (ahora más con las guarderías)?, ¿os habéis fijado que cada vez hay más niños con problemas de déficit de atención e hiperactividad?, ¿cuántas hora pasan al día con los padres o la familia?.
En todo el proceso de educación actual hay un desprecio casi total a las emociones de los niños desde muy temprana edad. No nos educan para gestionar nuestras emociones, si no para ignorarlas y cumplir con un papel que se supone que debemos hacer: infantil, primaria, eso, bachillerato, universidad y todo ello organizado en cursos anuales que deciden administrativos y políticos ignorando a los educadores, educados, padres, madres y comunidad educativa.
El profesor no puede llegar al aula para impartir su clase magistral, esa idea está muerta. Con la cantidad de información que existe hoy en libros, bibliotecas, ordenadores y la red, esto no puede funcionar. El profesor debe ser un guia, un orientador que aporte a los alumnos ideas que explorar, caminos a conocer y herramientas a utilizar. Cualquier alumno puede poner en jaque a un profesor.
Pero sobre todo, debemos cambiar la idea de someter al niño, de encorsetarlo en una silla, un pupitre, un aula o una calificación. Las personas nos son un 5, un 6 o un 10.
"La educación prohibida" es un proyecto que pretende cambiar esto, respetar a los niños y ayudarles a crecer para explorar y disfrutar su diferentes potenciales.
Aquí os dejo en enlace por sí queréis conocer el proyecto.
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