jueves, 19 de noviembre de 2015

Los derechos del niño

 

El día universal de los derechos del niño sirve para que recordemos que los niños son los más vulnerables.
Hoy han sido noticia y se han celebrado actos por todo el mundo. Pero hagamos historia.

En 1959 la ONU aprobó la Declaración Universal de los Derechos del Niño pero no tenía carácter vinculante. No fue hasta el 20 de noviembre de 1989 cuando se aprobó el texto final que es de obligado cumplimiento para todos los países firmantes. Aunque ha habido avances en las últimas décadas, aún son muchos los niños que siguen sufriendo en el mundo todos los días. Según datos de UNICEF 158.000.000 de niños trabajan en el mundo. Según otras fuentes esta cifra asciende a 250.000.000, gran parte de ellos son esclavos; sí, la esclavitud sigue existiendo en el siglo XXI.

Muchos de ellos lo hacen cosiendo zapatillas deportivas en Asia, extrayendo coltán en República Democrática del Congo o recolectando cacao en Costa de Marfil. Son sólo algunos ejemplo.

La extracción de cacao es uno de los trabajos donde se utilizan más niños. La mayor parte del cacao del mundo procede de Costa de Marfil. La mayoría de sus explotaciones utilizan esclavos, provenientes de Mali, y gran parte de ellos son niños; un niño vale 30€ y no sobrevive más de dos años trabajando: mueren víctimas de la malnutrición y el trabajo extremo.

También son víctimas de maltratos domésticos, explotación sexual, experimentación clínica y otras lindezas de las que es autor el género humano llevado por los más bajos y ruines fines.

Por ello este día debe servir para reivindicar los derechos del niño y agradecer a todos los que trabajan por ellos y para ellos. Va por ellos mi pequeño pero más sentido reconocimiento; personas como ellos permiten seguir creyendo en el género humano.

Los derechos del niño  son 54 y vienen recogido en el siguiente vínculo http://www.unicef.es/infancia/derechos-del-nino/convencion-derechos-nino

Para todos los que se oponen a ello va mi desprecio más absoluto.

jueves, 27 de agosto de 2015

Piensa en verde II: energía solar fotovoltaica

 Resultado de imagen de energía solar fotovoltaica




La energía solar fotovoltaica consiste en obtener electricidad del sol a través de paneles solares. En el ranking mundial ocupamos el sexto lugar (según el ultimo informe de REN21), mientras que un lugar con menos horas de luz y radiación solar, como Alemania, ocupa el primer puesto y multiplica por siete los número españoles: 35.000 MW frente a 5.000 MW. Después de que  las últimas medidas legislativas pararan en seco la construcción de huertos y centrales fotovoltaicas (ejemplo de esto último es la planta solar PS20, en Sevilla, que tiene 1.255 helióstatos y una torre de 165m, produciendo energía que evita la emisión de 12.000 toneladas de CO2), la esperanza está en las instalaciones sobre techo, sean en vivienda, centros de ocio o zonas industriales. Esto tendría varios aspectos positivos:
  •  potenciaría la generación distribuida y favorecería directamente a los consumidores, que se convertirían también en productores
  •  así mismo facilitaría la incorporación de numerosas personas al mercado de trabajo, gran parte de ellos podrían ser los procedentes de la construcción que con la crisis han quedado en paro.

Sin embargo la normativa que regulará el autoconsumo eléctrico mantiene parado al sector por las condiciones que el Gobierno y las compañías eléctricas han introducido en el borrador. El proyecto desincentiva el autoconsumo y vulnera la directivas europea sobre eficiencia energética (sobre lo cual La Comisión ya le ha dado un tirón de orejas a Marianico). Ello es debido a que se establece un procedimiento de autorización de instalaciones especialmente gravoso, incluso para aquellas instalaciones que no vierten a la red o porque se impone un cargo por la energía autoconsumida que resulta injusto, innecesario y discriminatorio: hace que el consumidor pague más peajes por la energía autoconsumida que si la saca de la red eléctrica. Dicho cargo es todavía más elevado si se acumula en baterías (aquí es donde la compañias eléctricas han apretado de lo lindo para que no venga a España la batería Tesla) lo que resulta inaceptable ya que la acumulación en baterías es un elemento de gestión de la demanda y de aprovechamiento de la energía consumida. También prohibe que los consumidores que tengan un precio regulado (los de Precio Voluntario al Pequeño consumidor o los del Bono social) puedan tener una instalación de autoconsumo. Esto impide que el autoconsumo se convierta en una herramienta de lucha contra la pobreza energética, algo que sufren siete millones de personas en España, y que debería ser prioritario para el Gobierno.

Pero ya sabemos que la gente no es lo que importa a este Gobierno pues trabaja para intereses puramente espurios.

No queda sino batirnos.

domingo, 23 de agosto de 2015

El imperio de la ley

 


Cuando escuchamos todos los días a políticos, periodistas, locutores de radio y contertulios de todos tipo que "hay cumplir la ley", me río a mandíbula batiente. Todos tenemos una idea más o menos exacta de qué es la ley, sin embargo: ¿queremos que se cumpla?. Mi impresión es que no.

Digo esto, porque siempre pensamos que se cumpla para otros. Que cuando cogen a un político trincando se nos escapa: "Que lo metan en la cárcel y devuelva lo que se ha llevado. Que se cumpla la ley." Que cuando salta a primera plana la noticia de un asesinato abyecto, como el reciente de la niñas de Cuenca, se nos hincha la vena de la garganta y pedimos justicia. Pero la pedimos para otros.

La ley debe cumplirse, y debe hacerlo siempre. La ley se respeta o no, no hay medias tintas. Y se respeta siempre, no cuando me conviene porque otro la ha infringido y me perjudica o me indigna como ciudadano. Y se cumple si se respeta, si desde pequeños se ha hecho pedagogía democrática. Pero en este país de truhanes y pícaros el respeto a la ley brilla por su ausencia. Lo socialmente aceptable, incluso causa de orgullo patrio, es engañar, defraudar, saltársela a la torera. Luego, cuando nos sentimos perjudicados pedimos justicia y que se cumpla la ley, pero ¿la hemos respetado nosotros?. ¿Hemos hecho algo para cambiarla cuando nos parecía injusta?.

Cuando la ley no se respeta la sociedad se va degradando. Dejamos de tener democracia, poco a poco, para que impere la ley del más fuerte, la ley de la jungla. Nuestro mundo se hace más vil y despreciable porque permitimos que seres infames de todo tipo de pelaje transgredan las normas. Luego, cuando nuestra hija o hijo es acosado en el colegio o a través de las redes sociales, cuando en un barrio o en un pueblo la convivencia se vuelve imposible por un grupo de chavales o mafias, nos llevamos las manos a la cabeza porque no se cumple la ley. Mientras tanto, durante años, TODOS han mirado hacia otro lado y no han hecho nada para evitarlo.

Cuando nada importaba no importaba tampoco el comportamiento cívico o la rectitud moral. No se podía apelar a la responsabilidad personal para mejor nuestra sociedad, siempre había un enemigo exterior al que responsabilizar de todos nuestros males. Ya no podemos recurrir a eso. Hay que comportarse como Antonio Muñoz Molina dice magistralmente en su libro "Todo lo que era sólido": "...Cada uno, casi en cada momento, tiene la responsabilidad de hacer el bien o hacer el mal, de ser grosero o ser bien educado, de tirar al suelo una bolsa estrujada o una botella o una lata de refresco o depositarla en un cubo de basura, de dar un grito o bajar la voz, de encolerizarse por una crítica o detenerse a ver si es verdad". Con ello construiremos una sociedad más justa y respetuosa, en verdad, con la ley. La ley, su respeto y cumplimiento es cosa de TODOS, no sólo de los jueces y cuerpos de seguridad del Estado.

No queda sino batirnos.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Piensa en verde I: la energía eólica.

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Me propongo realizar unos artículos sobre las diferentes energías renovables existentes, con el fin de dar a conocer, a quien quiera leerlos, las diferentes alternativas que existen a los combustibles fósiles. Teniendo en cuenta que las energía es un bien escaso, más en España que somos un país energéticamente dependiente del exterior, resulta del todo necesario y urgente poner en marcha políticas e iniciativas empresariales que nos liberen de esa pesada carga.

Cada  año se invierte, produce, investiga y crea más empleo en energías renovables. En muy pocos años, sólo una década, su crecimiento ha sido impresionante. En 2004 la potencia mundial instalada era de 85 gigavatios (GB). En 2014 según datos del Programa de Naciones Unidad para el Medio ambiente y sin contar las grandes centrales hidroeléctricas, la cifra subió a los 660 GB. El año pasado volvió a crecer la inversión en el sector. Todo ello facilita que 6,5 millones de personas trabajen, directa o indirectamente, en ese campo. Las renovables son un componente indispensable de la matriz energética mundial y su importancia no hará más que aumentar a medida que los mercados maduren, los precios de la tecnología sigan cayendo y la necesidad de frenar las emisiones de carbono se haga cada vez más urgente.

En el caso de la eólica en España, en 1991 había una potencia instalada de 11,6 megavatios (MW). Cuando  en 1999 se presenta el Plan de Fomento de las Energías Renovables, ya contaba con 900 MW y se le pronosticaban 9.000 para 2010. A pesar del frenazo sufrido en los últimos años, en 2014 sólo se instalaron 27,50 MW, la Asociación Empresarial Eólica sitúa en 22.986 MW la cifra actual. Así pues, nuestro país ocupa el cuarto puesto en producción, tras China, EEUU y Alemania. Sí, sí, habéis leído bien somos una potencia mundial, tanto que nuestros expertos son solicitados por los tres países que nos preceden en la lista así como por muchos otros, todos al parecer más avezados que nuestros gobierno, empeñado en que nuestra factura energética no haga sino aumentar.

Algunos podrán objetar que la eólica per se no puede sostener toda nuestra demanda. Cierto, pero las cosas no hacen sino mejorar año a año. Una moderna trubina eólica produce tanta energía como 20 de hace 30 años. Incluso existen algunas como la central danesa Horns Rev II, una planta eólica offshore (situada lejos de la costa), que proporciona energía a 200.000 hogares. No parecen pocos ¿verdad?. En España en septiembre de 2014, los responsables de Gamesa dieron a concocer que su prototipo offshore de 5 MW y 128 metros de rotor instalado en el muelle de Arinaga (Gran Canaria) había batido el récord mensual de producción de aerogenerador en España: 3136 MW/h, la energía necesaria para abastecer a más de 10.800 familias.
Tenemos empresas como Gamesa y Vortex así como organismos de investigación como el Centro Nacional de Energías Renovables y el Instituto Tecnológico de Canarias que nos sitúan como referentes a escala mundial. No es cierto que no podamos salir de la crisis de otro modo que no sea con empleos precarios y mal remunerados. Tenemos subsectores en los que se puede crear mucho empleo, digno, de calidad, bien remunerado y con futuro. No creáis a todos esos que aparecen en las tertulias televisivas o de radio, que siempre son los mismos. Hay muchos subsectores en los que tenemos capacidad para que nuestro futuro sea magnifico (no todo pasa por ser albañiles o camareros, con todos mis respetos). El de la energía eólica sólo es uno de ellos.

No queda sino batirnos.



jueves, 13 de agosto de 2015

El mundo se derrite





Este verano hemos padecido olas de calor terribles. Según algunos, la temperatura media más alta en el mes de julio de los últimos 30 años: 26,5ºC. Algunos dirán que siempre hizo calor en julio, cierto, pero esto no es normal. El calentamiento global provoca fenómenos extremos: inundaciones, olas de calor, sequías y ciclones.Ya hay un estudio reciente de Climate Center y un equipo de investigadores internacionales que vincula las olas de calor sufridas este verano por España, Francia y Alemania con el calentamiento global.

Aunque en muchos casos los efectos del calentamiento global son muy graduales y difíciles de detectar sin mediciones precisas, el nivel del mar ha aumentado 3.2 mm al año en las las últimas dos décadas, multitud de informes demuestran que ya afecta a personas de todo el mundo. Informes publicados por revistas científicas de reconocido prestigio señalan que las inundaciones y corrimientos de tierra que  mataron a 5.700 personas en el estado indio de Uttarakhand han sido catalizados por un incremento de las temperaturas. Algo similar sucedió con las olas de calor extremo que azotaron Corea del Sur, Japón y Australia.

En lugares especialmente sensibles, como la Antártida, los científicos vigilan los efectos del calentamiento global. A finales de marzo, en la base Esperanza de la Antártida se alcanzaron los 17,5ºC, un máximo histórico para el continente. La consecuencia es que los hielos se derriten y acelera la subida del nivel de los océanos.

En el polo Norte la situación no es muy diferente. En febrero de este año la banquisa del Ártico, la zona congelada sobre el mar, alcanzó su mínimo histórico desde que se realizan las mediciones.

En términos generales, según informe del IPCC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de la ONU) en cada una de las tres últimas décadas se han batido los récords históricos de temperaturas desde 1850. Han sido los años más cálidos de los últimos catorce siglos.

Algunos territorios insulares ya están sufriendo problemas serios. Los habitantes de las islas Cateret, de Papúa Nueva Guinea, se están empezando a reubicar ante la amenaza del ascenso marino. En todo el Pacífico hay más isleños en una situación similar. En los escenario más pesimistas, hacia finales de siglo el mar subiría casi un metro en todo el globo.

Pese a la conciencia del público y el consenso de los expertos hasta ahora no ha habido un gran acuerdo a nivel mundial para reducir los gases con efecto invernadero. Y es que, gran parte de los efectos se van a producir en el futuro y los que van a sufrir los efectos ni siquiera están vivos hoy y no se pueden defender. La próxima conferencia sobre el cambio climático que deberá celebrarse en París a finales de 2015 será clave.

Necesitamos un cambio de modelo energético que nos permita frenar y corregir a tiempo esta sinrazón. Un modelo basado en energías renovables, en el ahorro y la utilización racional de la energía de la que disponemos. Desde lo más inmediato, lo cercano, los ayuntamientos pueden y debe hacer mucho al respecto. Las capitales y grandes ciudades europeas han decidido unir esfuerzos para conducirnos a la transición energética y medioambiental: adaptación de edificios para mejorar la eficiencia energética, impulsar industrias bajas en carbono, electrificar el transporte, promover el uso de medios de transporte no contaminantes, etc.

Muchas personas se resisten o no pueden ver el problema del cambio climático.Al ser invisible y ser gradual no lo ven como real. Quizás se deba a que el cerebro humano apareció y evolucionó mientras formábamos parte de pequeñas tribus, por ello comprendemos y nos afecta lo cercano, lo que percibimos como una amenaza para la tribu. Pero ahora nos enfrentamos a un problema que afecta a todo el planeta, a toda la humanidad y a nuestro cerebro le cuesta comprenderlo. Por ello, las actuaciones locales, donde las personas perciben mejor los cambios, son fundamentales para empezar a darle la vuelta a la situación.

No queda sino batirnos.