
Ayer fue veintiocho de diciembre, día de los Santos Inocentes. Todos esperábamos la tan cacareada, inocentada del día. No se hizo de rogar. Marianin en discurso autocomplaciente y arrebatador: "El año 2014 será el año de la recuperación". Toma ya, ahora vas y lo twitteas.
Tras leer semejante afirmación, me tiro al suelo, pataleo y entro en convulsiones de la risa histérica que me ha dado. ¡Qué buena la broma!, porque ,claro está, es una broma. De otra forma no puede entenderse dicha afirmación.
Para sustentar tal enunciado, Marianin despliega todo su poder retórico, bien pobre por cierto, y ,en un ejemplo sin par de prestidigitación, utiliza lo hecho hasta ahora para apoyar su tesis: "El 2012 fue el año de los ajustes, el 2013 de las reformas y el 2014 el de la recuperación económica", digo. Dice Rajoy que la bajada de la prima de riesgo , las exportaciones, la inversión extranjera (que aumentó un 75% en 2013) y con otras grandes cifras, ayudan a pensar en la recuperación para el año próximo.
Como este gobierno y sus genoveses son fundamentalistas de los dogmas, esperan que sin más nos lo creamos, tragemos o embuchemos. Así funcionan los dogmas, sin preguntarse si son o no verdad. Sin embargo una prima de riesgo sobre 230 puntos supone el pago de muchos intereses, no nos podemos financianr "sine die" a este interés. Las exportaciones no nos van a salvar del precipicio (puesto que es la demanda interna la que saca a un país de una crisis). Y la inversión extranjera sólo está comprando pisos, "a pedo puta", para crear otra burbuja: la de el aquiler de vivienda. Esta inversión apenas invierte en producir bienes o servicios.
No habló de los asuntos que le han dado este año quebraderos de cabeza, que a la sazón son: el caso Bárcenas (al parecer no ha ocurrido este año), la corrupción, el registro de la policía en la sede del PP, ni las disensiones en su partido sobre la reforma del aborto. Sólo la economía y un poquito del asunto de Cataluña.
Dijo nuestro loado "presi" que "lo peor ha quedado atrás, el año 2014 será el año de la recuperación". Si mi memoria no me falla, desde que llegó al gobierno siempre ha dicho que el año siguiente sería el de la recuperación. Me temo que le sucede igual que a la fábula el pastor y el lobo, ya no le cree nadie. Moraleja: en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso.
No se salió ni un ápice del guión marcado. "Ni un paso atrás. Ni para tomar impulso". ¿A quién os recuerda esto?. ¡Bingo! a un dictador.